Quienes han optado por vivir en barrios y urbanizaciones privadas valoran los ambientes tranquilos, confortables, exclusivos y seguros.
Lograr y mantener esas condiciones requiere de la tarea de un equipo de trabajo preparado y coordinado en múltiples tareas, con el apoyo de las posibilidades que hoy brinda la tecnología.
Desde la puesta en marcha del proyecto hasta su pleno funcionamiento, las diversas fases de su evolución presentan diferentes desafíos que van desde el control inicial de demarcaciones perimetrales hasta el funcionamiento global cuando comienzan las obras y sus primeros habitantes.
A medida que el barrio se desarrolla, lo mismo ocurre con las necesidades de establecer controles de diversa índole, haciéndose necesario, entre otras tareas, el control del flujo de personal de obra, el de los servicios externos, el ingreso de invitados, el control de vehículos, el cuidado de las normas viales internas etc. etc,, demandando gradualmente una mayor logística y especificidad de funciones.
Trabajar en estrecha relación con el cliente siguiendo cada una de éstas etapas nos permite proporcionar una solución de seguridad personalizada y moderna, integrando los mejores recursos humanos con equipamiento electrónico y los medios logísticos adecuados.